Cuando éramos pequeños decían que éramos inquietos.
Nosotros éramos aquellos niños que tenían ideas, que discutían y argumentaban, que se inventaban juegos, que cultivaban la curiosidad, que respetaban a los demás pero cuestionaban la autoridad, que preguntaban “¿por qué?”, que querían jugar y ganar aunque fuese solo a las canicas.
Parece que siempre tuvimos una especie de ambición y de dinámica natural.
Después crecimos, maduramos, aprendimos a controlar el entusiasmo y a adaptarnos a cada circunstancia, y aún así mantuvimos intacta nuestra fibra.
Hoy somos adultos y en nuestros proyectos profesionales queremos ser los mejores, seguimos preguntando “¿por qué?”, queremos saber siempre más y llegar siempre más lejos.
Es verdad que crecemos, pero mantuvimos nuestra ambición y nuestra dinámica natural.
En el fondo ese es nuestro ADN – Ambición y Dinámica Natural.
Es de eso de lo que estamos hechos.
Ese es el ADN Filtrarte.
TRABAJA CON NOSOTROS
Si te identificas con nuestros valores y nuestra misión, no dejes pasar esta oportunidad.